Capítulo 2
II. Daniel le plantea a
Artajerjes su proyecto.
A. Daniel tiene éxito en la
organización de su plan.
1. El rey permite que Daniel viaje
a Jerusalén.
a. 2:1 Sucedió en
el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes I, que ya el vino lo
habían traído delante de él, tomé el vino y lo serví en su copa al rey. Como
antes yo no había estado triste en su presencia.
b. 2:2 Me dijo el
rey: ¿Por qué tu rostro está triste? ¿Por qué no estás enfermo? Le respondí: No
es este rey, sino que estoy quebrantado de corazón. En ese momento temí en gran
manera.
c. 2:3 Y le dije
al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estar triste, cuando la ciudad, la
casa de los sepulcros de mis padres, está aún desierta, y todavía sus puertas
están consumidas por el fuego?
d. 2:4 Me dijo el
rey: ¿Qué puedo hacer por ti? En ese momento oré al Dios de los cielos.
e. 2:5 Y dije al
rey: Si le agrada al rey, y le quieres hacer un favor a su siervo, envíame a
Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, para continuar edificando.
f. 2:6 En ese
momento el rey me dijo, y la reina estaba sentada junto a él: ¿Cuánto durará tu
viaje, y cuándo volverás? Después que yo le dije el tiempo, le agradó al rey
enviarme.
g. 2:7 Además
dije al rey: Si al rey le gustaría, darme cartas para los gobernadores al otro
lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá.
2. El rey permite que le den madera
para las puertas.
a. 2:8 Carta para
Asaf, guarda del bosque del rey, para que me dé madera, para enmaderar las
puertas del palacio de la casa, para el muro de la ciudad, y la casa en que yo
estaré. El rey me lo concedió, porque Dios su bondad me estaba ayudando.
3. Nehemías inspecciona los muros
de Jerusalén
a. 2:9 Luego
cuando llegué, fui a los gobernadores del otro lado del río, y les di las
cartas del rey. El rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a
caballo.
b. 2:10 Pero
oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó
extremadamente que alguno viniese, para procurar el bienestar de los hijos de
Israel.
c. 2:11 Por
tanto, llegué a Jerusalén, y después de estar allí tres días.
d. 2:12 Me
levanté por la noche y salí, acompañado de pocos hombres, sin que nadie supiera
lo que Dios me había inspirado hacer en Jerusalén. No llevaba más caballo que
el que iba montando.
e. 2:13 Salí de
noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del
Muladar; observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, con sus puertas
consumidas por el fuego.
f. 2:14 Me dirigí
a la puerta de la Fuente y al estanque del Rey, pero como mi caballo no podía
pasar.
g. 2:15 Subí de
noche por el torrente, observé el muro, me di la vuelta, entré por la puerta
del Valle, y me devolví.
4. Nehemías comunica su proyecto.
a. 2:16 Los
oficiales no sabían a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta el
momento se lo había dicho yo a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los
nobles, oficiales, y ni a los demás que harían la obra.
b. 2:17 Les dije:
Ustedes ven el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, sus puertas
permanecen consumidas por el fuego; vengan, vayamos, edifiquemos el muro de
Jerusalén, y no sigamos pasando más vergüenza.
c. 2:18 En ese
momento, les comuniqué cómo Dios había sido bueno conmigo, y asimismo las
palabras que el rey me había dicho. Me respondieron: Levantémonos y
edifiquemos. Así se esforzaron para procurar con sus manos el bienestar.
B. Obstáculos en el plan de
Nehemías.
1. Sanbalat, Tobías y Gesem se
burlan de la obra.
a. 2:19 Pero
cuando lo oyeron Sanbalat horonita, Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe,
se burlaron de nosotros, y nos despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto qué hacen
ustedes? ¿Se rebelan contra el rey?
b. 2:20 Les
respondió diciéndoles: El Dios de los cielos, él nos prosperará, nosotros sus
siervos nos dispondremos a edificar, porque ustedes no tienen parte, ni
derecho, ni memoria en Jerusalén.
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