Capítulo 8
VII. Esdras lee la Ley.
A. El pueblo se reunió en
la plaza a escuchar la ley.
1. Esdras en un púlpito leyó la ley
en la plaza.
a. 8:1 Se reunió
todo el pueblo como un solo hombre, en la plaza que está delante de la puerta
de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba, que trajese el libro de la ley de
Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.
b. 8:2 El
sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como
de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.
c. 8:3 Leyó el
libro delante de la plaza, que está delante de la puerta de las Aguas, desde el
alba hasta el mediodía, en presencia de hombres, mujeres y de todos los que
podían comprender; todo el pueblo estaba escuchando y atentos a la lectura del
libro de la ley.
d. 8:4 El escriba
Esdras estaba sobre un púlpito de madera, que habían hecho para ello, y junto a
él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y
a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y
Mesulam.
e. 8:5 Abrió,
Esdras el libro en la presencia de todo el pueblo, porque estaba más alto que
todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
f. 8:6 Esdras
bendijo en ese momento a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió:
¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; se humillaron y adoraron a Jehová inclinándose
hacia el suelo.
g. 8:7 Los
levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita,
Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo
estaba atento en su lugar.
2. Leían el libro y le daban
sentido a la ley.
a.
8:8 Leían en el libro de la ley de Dios claramente, y le daban el sentido, de
modo que comprendieran la lectura.
b. 8:9 Nehemías
el gobernador, el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían que el
pueblo comprendiera, dijeron a todo el pueblo: Este Día es santo a Jehová
nuestro Dios; no se entristezcan, ni lloren; porque todo el pueblo lloraba
oyendo las palabras de la ley.
c. 8:10 Luego les
dijo: vayan, coman grosuras, bebed vino dulce, y envíen porciones del
refrigerio a los que no tienen nada preparado; porque este día es santo para
nuestro Señor; no se entristezcan, porque el gozo de Jehová es nuestra fuerza.
d. 8:11 Los
levitas, por tanto, calmaban a todo el pueblo, diciendo: Callen, porque este
día es santo, y no se entristezcan.
e. 8:12 Todo el
pueblo se fue a comer, a beber, a obsequiar porciones de refrigerios, y se
gozaron grandemente, porque habían entendido las palabras que les habían
enseñado.
B. Celebración de la fiesta
de los tabernáculos.
1. Publicación para hacer la fiesta
de los tabernáculos.
a. 8:13 Al día
siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo,
sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para comprender las palabras de la
ley.
b. 8:14 Hallaron
escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitaron
los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo.
2.
Enviaron la invitación por todas las ciudades.
a. 8:15 Se
notificará y publicará por todas sus ciudades, por Jerusalén, diciendo: Salgan
al monte, traigan ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y
de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito.
b. 8:16 Por
tanto, salió el pueblo, trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre
su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la
puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.
3. Celebran la fiesta de los
tabernáculos.
a. 8:17 Toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo una gran alegría.
b. 8:18 Leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de asamblea solemne, según el rito.
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